En Blanco y Rojo

Experiencia Psicosocial aplicada a niños desplazados por la violencia en Colombia.

Proyecto: Intervención terapeutica mediante el Arte – Florencia Buenaventura (Colombia)
Fecha publicación: 
Noviembre 2016
Editorial: Cangrejo Editores (México)
Exhibición: Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Editorial Cangrejo y Aljure STAND D20 26 de Noviembre – 04 de Diciembre 2016
N° páginas: 104
Ilustraciones: Niños desplazados del Centro de Atención Municipal

…A cada uno se le entrego una cartulina negra y dos pinceles, en el centro del círculo había recipientes con pintura blanca y roja, entonces se les dijo que pintaran lo que recordaban de su pueblo y que lo hicieran así: “en color rojo lo triste que recuerdan y en blanco lo alegre”.

Congreso Nacional de Psicología en Medellín 2017

Lanzamiento del Libro Hotel Spiwak Cali

Presentación del Libro en Universidad Cooperativa de Colombia

Lanzamiento: En Blanco y Rojo

Libro: En Blanco y Rojo

Esta experiencia de intervención Psicosocial, registrada en imágenes creadas por los niños son símbolos múltiples de un largo drama de violencia y guerra en el que les ha correspondido vivir, son voces silenciadas, ilusiones truncadas, esperanzas apagadas; son de un país, de un territorio, de una cultura que la crueldad arrebata. Son niños desplazados, desarraigados y empujados por la violencia a no tener su lugar. Llevados al margen, luchan por encontrar un camino para resignificar su existencia, un camino que les devuelva la esperanza y las ilusiones, un camino que impida el olvido, una palabra para expresar lo que pasó con la expectativa de que no se repita.

Partiendo de las imágenes que acaban de mostrarse, nos preguntamos porque estas imágenes resultan no solo conmovedoras, sino también bellas?.

La sugerencia de dibujar “en color rojo lo triste que recuerdan y en blanco lo alegre”, dada con palabras precisas, susceptibles de ser separadas o combinadas, con un mínimo de elementos y simplicidad cromáticos (rojo, blanco y negro), determinaron en cada uno de los niños la emoción de tristeza o alegría que los invadía. Se abordó el color negro como el infinito externo o interno, asociado con lo desconocido, con lo misterioso, con la nada, la ausencia total de luz que carece de cromatismo; a su vez el color blanco significa a algo esperanzador, optimista, es un color que representa lo bueno, lo limpio, es también la nada, es el vacío, es el neutro o a veces la luz misma; el color rojo asociado a la sangre, al fuego, al corazón, al amor y a las grandes pasiones, esencialmente a un color humano.

En esta experiencia se establecen límites cromáticos pensando que se trata de un colectivo de niños que se encontraban en alto estado de riesgo social y que podrían en un momento dado encontrar sobre una sobreestimulación si se les diera un universo de posibilidades en materiales y colores, también se ha teniendo en cuenta, en esta experiencia, que el proceso creador como Proceso terciario* donde el mundo de los opuestos es una frontera donde se organizan y desorganizan (Fiorini, 1995) las nuevas formas los nuevos sentidos la instrucción de representar emociones opuestas asignadas a dos colores que de alguna manera en el colectivo cultural se encuentran representando simbólicamente esas dos emociones, dándole elementos que conectarían su emoción ( tristeza y Alegría) con los colores ( Rojo-negro-blanco).

Estas circunstancias de la instrucción hicieron entonces que las imágenes funcionaran como símbolos artísticos, llevando al niño a evocar los objetos o emociones relacionados con las pérdidas y las alegrías representadas gráficamente en sus imágenes. En esta medida, el manejo y uso de los símbolos artísticos funcionan como elementos reparadores, en la medida en que ayuden a expresar las emociones, a adquirir el manejo de ellas, a permitir el rediseño de algunas experiencias traumáticas y a poner en escena una nueva narrativa del dolor más optimista y conciliadora con la realidad.